Ashifa Kassam, The Guardian, 27/12/2025
إسرائيل سحقت محمد بكري لجرأته على التعبير عن الألم الفلسطيني كما هو
أدارت إسرائيل ظهرها بينما كان المجتمع الفلسطيني الإسرائيلي يندب وفاة محمد بكري، أحد أبرز شخصياته: ممثل ومخرج وأيقونة ثقافية، وطني فلسطيني ورجل ذو روح نبيلة
جدعون ليفي، هآرتز، 28 ديسمبر 2025
ترجمه تلاكسكالا
كان القاعة المجاورة للمسجد في قرية البعنة الجليلية مزدحمة يوم
الجمعة. جاء آلاف الأشخاص بوجوه عابسة لتقديم تعازيهم ومغادرتهم؛ كنت اليهودي
الوحيد بينهم.
يندب المجتمع الفلسطيني الإسرائيلي وفاة أحد أعضائه العظام، ممثل
ومخرج وبطل ثقافي، وطني فلسطيني ورجل ذو روح نبيلة — محمد بكري — وإسرائيل، في
الممات كما في الحياة، أدارت ظهرها له. خصصت محطة تلفزيونية واحدة فقط خبرًا عن
وفاته. من المؤكد أن حفنة من اليهود جاءوا لتعزية أسرته، لكن بعد ظهر الجمعة، لم
يُرَ أي منهم.
دُفن بكري يوم الأربعاء — في وقت متأخر من الليل، بناءً على طلب
العائلة — دون أن يترك مكانًا في إسرائيل يُلقى فيه تأبينه، أو يُشكر فيه على
عمله، أو ننحني تقديرًا له ونطلب عفوه.
محمد بكري عام 2017. المصدر: موتي ميلرود
كان يستحق كل ذلك. كان بكري فنانًا ومقاتلًا من أجل الحرية، من النوع
الذي يُكتب عنه في كتب التاريخ وتُسمى الشوارع باسمه. لم يكن هناك مكان له في
إسرائيل القومية المتطرفة، ولا حتى بعد وفاته.
سحقته إسرائيل، فقط لأنه تجرأ على التعبير عن الألم الفلسطيني كما هو.
قبل وقت طويل من الأيام المظلمة لبنيامين نتنياهو وإيتمار بن غفير، قبل 20 عامًا
من 7 أكتوبر وحرب غزة، عاملتْه إسرائيل بفاشية لم تكن لتُخجل وزراء الليكود يوعاف
كيش وشلومو كارهي.
تكاتفت مؤسستها القانونية الشهيرة كشخص واحد لإدانة عمله.
منع قاضٍ في محكمة لود المنطقة عرض فيلمه "جنين، جنين"، انضم النائب
العام في ذلك الوقت إلى الحرب وحكمت المحكمة العليا المستنيرة أن الفيلم صُنع
بدوافع "غير لائقة" — هذا كان مستوى الحجج التي قدمها منارة العدالة.
وكل ذلك بسبب
حفنة من جنود الاحتياط الذين "تألموا" من فيلمه وسعوا لتسوية
الحساب. لم يكن سكان مخيم جنين للاجئين هم المتألمين، بل الجندي نسيم ماغناجي.
وُفّق طلبه ودُمّر بكري. كل هذا كان قبل العصور المظلمة بزمن طويل.
قلة جاءوا لمساعدته. صمت الفنانون وأُلقي النجم الوسيم لـ"ما
وراء الجدران" للكلاب. لم يتعافَ أبدًا.
اعتقدت ذات مرة أن
"جنين، جنين" سيعرض يومًا ما في كل مدرسة في البلاد، لكن اليوم من
الواضح أن هذا لن يحدث، ليس في إسرائيل اليوم ويفترض أن لا يحدث في المستقبل أيضًا.
لكن بكري الذي عرفته لم يغضب أو يكره. لم أسمعه أبدًا يعبر بكلمة
واحدة من الكراهية تجاه من قاطعوه، أو تجاه من آذوه وشعبه. قال ابنه صالح مرة:
"[إسرائيل] دمرت حياتي، حياة والدي، عائلتي، حياة أمتي". من المشكوك فيه
أن والده كان ليعبّر عن نفسه بهذه الطريقة.
يوم الجمعة، وقف هذا الابن المثير للإعجاب شامخًا، مع كوفية على
كتفيه، وهو وإخوته، الذين كان والده فخورًا بهم كثيرًا، استقبلوا من جاءوا
لتعزيتهم بوفاة والدهم.
أحببته كثيرًا. في ليلة شتوية ممطرة في حرم جامعة هبرو في القدس على
جبل المشارف، عندما صاح الناس فينا "خونة" بعد عرض "جنين،
جنين"، وفي مهرجان مركز الفيلم الإسرائيلي في مركز مارلين مايرسون اليهودي
المجتمعي في مانهاتن بنيويورك، والذي كان يُدعى إليه كل عام، وحيث صاح المحتجون
أيضًا. في
مقهى تامار السابق في تل أبيب، الذي كان يزوره أحيانًا أيام الجمعة، وفي
المقالات المؤلمة التي
نشرها في هآرتز. خالٍ من السخرية، بريء كطفل ومليء بالأمل كما كان.
فيلمه الأخير القصير جدًا، "العالم"، الذي كتبته ابنته
يافا، يدور في حفلة عيد ميلاد في فندق فاخر. كانت فتاة توزع الورود على الضيوف،
وعازف كمان يعزف "عيد ميلاد سعيد"، وغزة المدمرة على التلفزيون، ونهض
بكري بمساعدة شابة كانت تجلس معه وغادر. كان أعمى.
قبل ثلاثة أسابيع، كتب لي ليخبرني أنه يخطط للحضور إلى منطقة تل أبيب
لجنازة رجل عزيز، كما قال، المخرج رام ليفي، ورددت بأنني مريض ولن نتمكن من
اللقاء. على حد علمي، هو أيضًا لم يذهب إلى الجنازة في النهاية.
"كن بخير واعتنِ بنفسك"، كتب لي الرجل الذي لم يعتنِ بنفسه
أبدًا.
بكري ميت، مخيم جنين مدمر وتم ترحيل جميع سكانه، بلا مأوى مرة أخرى في
جريمة حرب أخرى. وكان الأمل لا يزال ينبض في قلب بكري، حتى وفاته؛ أمل لم نكن نتفق
عليه.
Israel le dio la espalda mientras la sociedad palestina israelí lloraba la muerte de Mohammad Bakri, una de sus figuras más célebres: un actor, director e ícono cultural, un patriota palestino y un hombre de alma noble

El salón adyacente a la mezquita en la aldea galilea de Bi’ina estaba abarrotado el viernes. Miles de personas con rostros sombríos vinieron a presentar sus respetos y se fueron; yo era el único judío entre ellas.
La sociedad palestina israelí llora la muerte de uno de sus más grandes miembros, un actor, director y héroe cultural, un patriota palestino y un hombre de alma noble — Mohammad Bakri — e Israel, en la muerte como en la vida, le dio la espalda. Solo una cadena de televisión dedicó una noticia a su fallecimiento. Seguramente algunos judíos vinieron a consolar a su familia, pero el viernes por la tarde, no se veía ninguno.
Bakri fue enterrado el miércoles — tarde en la noche, a petición de la familia — sin dejar lugar en Israel para elogiarlo, para agradecerle por su trabajo, para inclinar nuestras cabezas ante él en agradecimiento y para pedirle perdón.
Se merecía todo eso. Bakri era un artista y un luchador por la libertad, del tipo del que se escribe en los libros de historia y por quien se nombran calles. No había lugar para él en la Israel ultranacionalista, ni siquiera después de su muerte.
Israel lo aplastó, solo porque se atrevió a expresar el dolor palestino tal como es. Mucho antes de los oscuros días de Benjamin Netanyahu e Itamar Ben-Gvir, 20 años antes del 7 de octubre y la guerra en Gaza, Israel lo trató con un fascismo que no habría avergonzado a los ministros del Likud Yoav Kisch y Shlomo Karhi.
Su célebre aparato judiciario se unió como uno solo para condenar su trabajo. Un juez del Tribunal de Distrito de Lod prohibió la proyección de su película “Yenín, Yenín”, el fiscal general de la época se unió a la guerra y la ilustrada Corte Suprema dictaminó que la película fue hecha con “motivos impropios” — este era el nivel de los argumentos presentados por el faro de la justicia.
Y todo por un puñado de reservistas que se sintieron “heridos” por su película y buscaron saldar cuentas. No fueron los residentes del campo de refugiados de Yenín los heridos, sino el soldado Nissim Magnaji. Su solicitud fue concedida y Bakri fue destruido. Todo esto fue mucho antes de la Edad Oscura.
Pocos acudieron en su ayuda. Los artistas guardaron silencio y la hermosa estrella de “Más allá de los muros” fue echada a los perros. Nunca se recuperó.
Una vez pensé que “Yenín, Yenín” algún día se mostraría en todas las escuelas del país, pero hoy está claro que esto no sucederá, no en la Israel de hoy y presumiblemente tampoco en el futuro.
Pero el Bakri que conocí no se enojaba ni odiaba. Nunca lo escuché expresar una sola palabra de odio hacia quienes lo ostracizaron, hacia quienes hirieron a él y a su pueblo. Su hijo Saleh dijo una vez: “[Israel] destruyó mi vida, la vida de mi padre, mi familia, la vida de mi nación”. Es dudoso que su padre se hubiera expresado así.
El viernes, este impresionante hijo se mantuvo erguido, con una kufiya sobre sus hombros, y él y sus hermanos, de los que su padre estaba tan orgulloso, recibieron a quienes vinieron a darles el pésame por la muerte de su padre.
Lo amaba tanto. En una noche lluviosa de invierno en el campus del Monte Scopus de la Universidad Hebrea de Jerusalén, cuando la gente nos gritó “traidores” después de la proyección de “Yenín, Yenín”, y en el Festival del Centro de Cine Israelí en el Marlene Meyerson JCC Manhattan de la ciudad de Nueva York, al que era invitado cada año, y donde también gritaban los manifestantes. En el antiguo Café Tamar de Tel Aviv, que solía visitar ocasionalmente los viernes, y en los dolorosos ensayos que publicó en Haaretz. Libre de cinismo, inocente como un niño y lleno de esperanza tal como era.
Su última y muy corta película, “Le Monde”, escrita por su hija Yafa, transcurre en una fiesta de cumpleaños en un hotel lujoso. Una niña repartía rosas a los invitados, un violinista tocaba “Cumpleaños feliz”, Gaza bombardeada estaba en la televisión y Bakri se levantó con la ayuda de una joven que estaba sentada con él y se fue. Estaba ciego.
Hace tres semanas, me escribió para decirme que planeaba venir al área de Tel Aviv para el funeral de un hombre querido, como él dijo, el director Ram Loevy, y le respondí que estaba enfermo y que no podríamos encontrarnos. Hasta donde sé, tampoco fue al funeral al final.
“Que te vaya bien y cuídate”, me escribió el hombre que nunca se cuidó a sí mismo.
Bakri está muerto, el campamento de Yenín está destruido y todos sus residentes han sido expulsados, sin hogar una vez más en otro crimen de guerra. Y la esperanza aún latía en el corazón de Bakri, hasta su muerte; en eso no estábamos de acuerdo.
Israël a tourné le dos alors que la société palestinienne israélienne pleurait la mort de Mohammad Bakri, l’une de ses figures les plus célèbres : un acteur et réalisateur, une icône culturelle, un patriote palestinien et un homme à l’âme noble
La salle adjacente à la mosquée du village galiléen de Bi’ina était bondée vendredi. Des milliers de personnes au visage sombre sont venues lui rendre hommage et sont reparties ; j’étais le seul Juif parmi elles.
La société palestinienne israélienne pleure la mort de l’un de ses plus grands membres, un acteur, réalisateur et héros culturel, un patriote palestinien et un homme à l’âme noble — Mohammad Bakri — et Israël, dans la mort comme dans la vie, lui a tourné le dos. Une seule chaîne de télévision a consacré un sujet d’actualité à son décès. Quelques Juifs sont sûrement venus consoler sa famille, mais vendredi après-midi, on n’en voyait aucun.
Bakri a été enterré mercredi — tard dans la nuit, à la demande de la famille — ne laissant aucun lieu en Israël pour prononcer son éloge funèbre, pour le remercier pour son œuvre, pour nous incliner devant lui en signe d’appréciation et pour lui demander pardon.
Il méritait tout cela. Bakri était un artiste et un combattant de la liberté, le genre dont on parle dans les livres d’histoire et dont on donne le nom à des rues. Il n’y avait pas de place pour lui dans l’Israël ultranationaliste, pas même après sa mort.
Israël l’a broyé, simplement parce qu’il a osé exprimer la douleur palestinienne telle qu’elle est. Bien avant les sombres jours de Benjamin Netanyahou et d’Itamar Ben-Gvir, 20 ans avant le 7 octobre et la guerre à Gaza, Israël l’a traité avec un fascisme qui n’aurait pas fait honte aux ministres du Likoud Yoav Kisch et Shlomo Karhi.
Son fameux appareil judiciaire s’est mobilisé comme un seul homme pour condamner son œuvre. Un juge du tribunal de district de Lod a interdit la diffusion de son film « Jénine, Jénine», le procureur général de l’époque a rejoint la guerre et l’éclairée Cour suprême a statué que le film avait été réalisé avec des « motivations inappropriées » — tel était le niveau des arguments avancés par le phare de la justice.
Et tout cela à cause d’une poignée de réservistes qui se sont sentis « blessés » par son film et ont cherché à régler leurs comptes. Ce ne sont pas les résidents du camp de réfugiés de Jénine qui ont été blessés, mais le soldat Nissim Magnaji. Sa demande a été acceptée et Bakri a été détruit. Tout cela bien avant l’âge des ténèbres.
Peu de gens sont venus à son aide. Les artistes sont restés silencieux et la belle star de « Au--delà des murs » a été jetée en pâture. Il ne s’en est jamais remis.
J’ai un jour pensé que « Jénine, Jénine» serait un jour projeté dans toutes les écoles du pays, mais aujourd’hui, il est clair que cela n’arrivera pas, pas dans l’Israël d’aujourd’hui et probablement pas dans le futur non plus.
Mais le Bakri que je connaissais ne se mettait pas en colère ni ne haïssait. Je ne l’ai jamais entendu exprimer un seul mot de haine envers ceux qui l’ont ostracisé, envers ceux qui l’ont blessé, lui et son peuple. Son fils Saleh a un jour déclaré : « [Israël] a détruit ma vie, la vie de mon père, ma famille, la vie de ma nation. » Il est douteux que son père se serait exprimé ainsi.
Vendredi, ce fils impressionnant se tenait droit, un keffieh drapé sur ses épaules, et lui et ses frères et sœurs, dont leur père était si fier, ont accueilli ceux qui sont venus leur présenter leurs condoléances pour la mort de leur père.
Je l’aimais tellement. Par une nuit d’hiver pluvieuse sur le campus du Mont Scopus de l’Université hébraïque de Jérusalem, lorsque des gens nous ont crié « traîtres » après la projection de Jénine, Jénine », et au Festival du centre du film israélien au Marlene Meyerson JCC Manhattan de New York, auquel il était invité chaque année, et où des manifestants criaient aussi. À l’ancien Café Tamar de Tel Aviv, qu’il visitait occasionnellement les vendredis, et dans les essais douloureux qu’il a publiés dans Haaretz. Sans cynisme, innocent comme un enfant et rempli d’espoir comme il l’était.
Son dernier film, très court, « Le Monde », écrit par sa fille Yafa, se déroule lors d’une fête d’anniversaire dans un hôtel luxueux. Une fille distribuait des roses aux invités, un violoniste jouait « Joyeux anniversaire », Gaza bombardée était à la télé et Bakri s’est levé avec l’aide d’une jeune femme assise avec lui et est parti. Il était aveugle.
Il y a trois semaines, il m’a écrit pour me dire qu’il prévoyait de venir dans la région de Tel Aviv pour les funérailles d’un homme cher, comme il l’a dit, le réalisateur Ram Loevy, et j’ai répondu que j’étais malade et que nous ne pourrions pas nous rencontrer. À ma connaissance, il n’est finalement pas allé aux funérailles non plus.
« Porte-toi bien et prends soin de toi », m’a écrit l’homme qui ne prenait jamais soin de lui.
Bakri est mort, le camp de Jénine est détruit et tous ses résidents ont été expulsés, sans abri une fois de plus après un nouveau crime de guerre. Et l’espoir battait encore dans le cœur de Bakri, jusqu’à sa mort ; nous n’étions pas d’accord là-dessus.
Israel turned its back as Palestinian Israeli society mourned the death of Mohammad Bakri, one of its most celebrated figures: an actor, director, and cultural icon, a Palestinian patriot and a man of noble soul
Gideon Levy, Haaretz, 28/12/2025
The hall adjacent to the mosque in the Galilee village of Bi’ina was crowded on Friday. Thousands of somber-faced people came to pay their respects and left; I was the only Jew among them.
Palestinian Israeli society mourns the death of one of its greatest members, an actor, director and cultural hero, a Palestinian patriot and a man of noble soul – Mohammad Bakri – and Israel, in death as in life, turned its back on him. Only one television station devoted a news item to his passing. A handful of Jews surely came to console his family, but on Friday afternoon, there were none to be seen.
Bakri was laid to rest Wednesday – late at night, at the request of the family – leaving no place in Israel in which to eulogize him, to thank him for his work, to bow our heads before him in appreciation and to ask for his forgiveness.
He deserved all of it. Bakri was an artist and a freedom fighter, the kind written about in history books and for whom streets are named. There was no place for him in ultranationalist Israel, not even after his death.
Israel crushed him, only because he dared to express the Palestinian pain as it is. Long before the dark days of Benjamin Netanyahu and Itamar Ben-Gvir, 20 years before October 7 and the war in Gaza, Israel treated him with a fascism that would not have shamed Likud ministers Yoav Kisch and Shlomo Karhi.
Its celebrated legal establishment rallied as one to condemn his work. A Lod District Court judge banned the screening of his film “Jenin, Jenin,” the attorney general at the time joined the war and the enlightened Supreme Court ruled that the movie was made with “improper motives” – this was the level of the arguments put forth by the beacon of justice.
And all because of a handful of reservists who were “hurt” by his film and sought to settle the score. It was not the residents of the Jenin refugee camp who were hurt, but the soldier Nissim Magnaji. His request was granted and Bakri was destroyed. All this was long before the Dark Ages.
Few came to his aid. The artists fell silent and the handsome star of “Beyond the Walls” was thrown to the dogs. He never recovered.
I once thought that “Jenin, Jenin” would one day be shown in every school in the country, but today it is clear that this won’t happen, not in today’s Israel and presumably not in the future either.
But the Bakri I knew did not anger or hate. I never heard him express a single word of hatred toward those who ostracized him, to those who hurt him and his people. His son Saleh once said: “[Israel] destroyed my life, my father’s life, my family, my nation’s life.” It’s doubtful his father would have expressed himself that way.
On Friday this impressive son stood tall, a kaffiyeh draped over his shoulders, and he and his siblings, of whom their father was so proud, greeted those who came to condole them for their father’s death.
I loved him so much. On a rainy winter night at the Hebrew University of Jerusalem’s Mount Scopus campus, when people shouted “traitors” at us after the screening of “Jenin, Jenin,” and at the Israel Film Center Festival at New York City’s Marlene Meyerson JCC Manhattan, to which he was invited every year, and where protesters also shouted. At Tel Aviv’s erstwhile Cafe Tamar, which he used to visit occasionally on Fridays, and in the painful essays he published in Haaretz. Free of cynicism, innocent as a child and filled with hope just as he was.
His last, and very short, film, “Le Monde,” written by his daughter Yafa, takes place at a birthday party in a luxurious hotel. A girl handed out roses to guests, a violinist played “Happy Birthday,” bombed-out Gaza is on TV and Bakri stood up with the help of a young woman who sat with him and left. He was blind.
Three weeks ago, he wrote to me to tell me he planned to come to the Tel Aviv area for the funeral of a dear man, as he put it, the director Ram Loevy, and I replied that I was ill and we wouldn’t be able to meet. To the best of my knowledge, he also did not go to the funeral in the end.
“Be well and take care of yourself,” the man who never took care of himself wrote me.
Bakri is dead, the Jenin camp is destroyed and all its residents have been expelled, homeless once more in another war crime. And hope still beat in Bakri’s heart, until his death; we did not agree about it.
إسرائيل تعترف بأرض «أرض الصومال»: دبلوماسية الأمر الواقع وهندسة الأطراف
أيمن الحكيم،28/12 /2025
الاعتراف الرسمي بإسرائيل بأرض «أرض الصومال»، الذي أُعلن يوم الجمعة 26 ديسمبر 2025، لا يُمثل مجرد إعادة اصطفاف دبلوماسي. فهو جزء من استراتيجية إقليمية أوسع، حيث يصبح الاعتراف بالدولة أداة للإسقاط الأمني، وربما رافعة لهندسة ديموغرافية.
Ayman El Hakim, 28/12/2025
La reconnaissance officielle du Somaliland par Israël, annoncée le vendredi 26 décembre 2025, ne relève pas d’un simple réalignement diplomatique. Elle s’inscrit dans une stratégie régionale plus large, où la reconnaissance étatique devient un instrument de projection sécuritaire, mais aussi, potentiellement, un levier d’ingénierie démographique.
Ayman El Hakim, 28-12-2025
El reconocimiento oficial de Somalilandia por parte de Israel, anunciado el viernes 26 de diciembre de 2025, no responde a un simple realineamiento diplomático. Se inscribe en una estrategia regional más amplia, donde el reconocimiento estatal se convierte en un instrumento de proyección de seguridad y, potencialmente, en una palanca para la ingeniería demográfica.
Ayman El Hakim, 28/12/2025
The official recognition of Somaliland by Israel, announced on Friday, December 26, 2025, is not merely a diplomatic realignment. It is part of a broader regional strategy, where state recognition becomes an instrument of security projection and, potentially, a lever for demographic engineering.
Gideon Levy, Haaretz, 21/12/2025
Traduit par Tlaxcala
Mon héroïne de Hanoucca cette année est une femme anonyme vêtue de noir. C'était mercredi soir, la quatrième nuit de Hanoucca, au centre commercial Weizmann City de Tel-Aviv. Un hijab sur la tête, un sac à main à un bras et un téléphone portable dans l'autre main, elle s’est approchée de la ménorah et a soufflé d'un seul souffle sur les quatre bougies. Son compagnon a applaudi.
Puis la femme est revenue : la bougie shamash ([serviteur] utilisée
pour allumer les huit autres bougies) brûlait encore ; elle l’a également
éteinte. Cette femme est la Rosa Parks palestinienne. Une vidéo de sa
protestation a été publiée sur les réseaux sociaux pendant le week-end.
Les réactions indignées n'ont pas tardé à suivre : « Une
documentation exaspérante » (Mako et Channel 14 News) ; « une
documentation scandaleuse» (le site d'information ultra-orthodoxe Behadrei
Haredim) ; « une antisémite arabophone » (« L’Ombre «
[Yoav Eliasi] sur Instagram).
Yair Foldes a rapporté dans Haaretz que la police enquête mais n'a pas encore
décidé de l'accusation appropriée. Ils envisagent l'article 170 de la loi
pénale israélienne, qui interdit de « détruire, endommager ou profaner un
lieu de culte ou tout objet tenu pour sacré par un groupe de personnes, dans
l'intention de railler ainsi leur religion ou en sachant qu'elles sont
susceptibles de considérer une telle destruction, dégradation ou profanation
comme une insulte à leur religion ».
La peine maximale : trois ans de prison. Tous ceux qui ont brûlé des Corans
dans des mosquées de Cisjordanie sont libres, et cette femme sera arrêtée.
Au moment où j'écris ces lignes, la chasse à la femme de la police bat
son plein. D'ici samedi soir, lundi soir au plus tard, la femme sera arrêtée.
Le procès spectacle est en route, même si l'animateur de Channel 14 Yinon Magal
est pessimiste : « Ils l’ attraperont, la photographieront à côté du
drapeau israélien, l'amèneront à une audience de détention et le juge la
libérera sous assignation à domicile ».
Il est bien connu que les maisons israéliennes sont remplies d'Arabes que les
tribunaux ont libérés. Demandez à la poétesse Dareen Tatour, qui a été en
résidence surveillée pendant six mois (!) avant son procès pour une publication
Facebook, bien avant le 7 octobre 2023. Pour les droitiers, l'éteigneuse de
bougies est une terroriste qui mérite la peine de mort.
Ce n'est pas gentil de souffler sur les bougies de Hanoucca ; je n'ai
aucune idée de ce qui a motivé la courageuse femme, mais il est difficile
d'imaginer un acte de protestation non-violent plus spectaculaire.
Il est permis de perturber la fête que les Juifs célèbrent pour commémorer la
victoire de la révolte des Hasmonéens contre l'occupant grec. Lors d'une fête
pendant laquelle les Juifs chantent : « Nous venons bannir les ténèbres,
dans nos mains sont la lumière et le feu », il est permis de protester.
Lors d'une fête où les Juifs chantent : « Faisons la fête \ Nous danserons
tous la hora \ Rassemblons-nous autour de la table \ Nous vous offrirons un
régal \ des dreidels (toupies) pour jouer et des shamash
(galettes) à manger », il est permis de gâcher les choses. Surtout, lors
d'une fête où les Juifs chantent sans honte : « Quand tu auras préparé un
massacre de l'ennemi blasphémateur » (la traduction littérale d'une partie
du premier verset de « Maoz Tzur »/ »Rocher des âges ») –
il est permis de se rebeller.
Il est permis à une Palestinienne de 1948 de penser que cette
célébration devrait être interrompue par un acte de protestation personnel :
souffler sur les bougies dans un centre commercial. Alors que ses
coreligionnaires et peut-être aussi ses proches – à Jaffa, par exemple, il n'y
a pas une seule famille palestinienne sans famille à Gaza – se noient dans la
boue, grelottent de froid et que des chiens affamés continuent de fouiller les
corps de leurs proches piégés, les Juifs ici ne célébreront pas comme si de
rien n'était.
Quelqu'un doit leur rappeler que la guerre à Gaza n'est pas terminée et que les
souffrances ne font que s'intensifier. Quelqu'un doit rappeler aux Israéliens
que pendant qu'ils se gavent de sufganiyot [beignets] sophistiquées, à Gaza, il y a
encore des gens qui meurent de faim, ou du moins qui sont malades et fatigués
de manger des lentilles.
Il y a là-bas des centaines de milliers de sans-abri ravagés par l'hiver. Il y
a là-bas des patients qui meurent lentement, dans une agonie atroce, par manque
de soins médicaux. Et il y a là-bas des centaines de milliers d'enfants dont
les amis ont été tués, et depuis plus de deux ans, ils n'ont ni école ni aucun
autre cadre où aller, et qui sont condamnés à une vie d'ignorance et de
désespoir même s'ils survivent à la guerre, qui est loin d'être terminée.
Cela affecte les Palestiniens de 48, cela les peine, même s'ils sont
paralysés par la peur d'un régime qui arrête quiconque ose exprimer son
humanité. Et maintenant, une femme inconnue est venue, la quatrième nuit de
Hanoucca, et pendant un instant a soufflé les bougies des Israéliens en fête,
d'un seul souffle. C'est une héroïne.
Gideon Levy, Haaretz, 21-12-2025
Traducido por Tlaxcala
Mi heroína de Janucá este año es una mujer no identificada vestida de negro. Era la noche del miércoles, la cuarta noche de Janucá, en el centro comercial Weizmann City de Tel Aviv. Con un hiyab en la cabeza, un bolso en un brazo y un celular en la otra mano, se acercó a la menorá y apagó las cuatro velas de un solo soplido. Su acompañante masculino aplaudió.Luego la mujer regresó: la vela shamash ( [sirviente] utilizada para encender las otras ocho velas) seguía encendida; la apagó también. Esta mujer es la Rosa Parks palestina. Un video de su protesta fue publicado en redes sociales durante el fin de semana.
Las reacciones
indignadas no se hicieron esperar: “Documentación exasperante” (Mako y Channel
14 News); “documentación indignante” (el sitio de noticias ultraortodoxo
Behadrei Haredim); “antisemita de habla árabe” ("La Sombra" [Yoav
Eliasi] en Instagram).
Yair Foldes informó en Haaretz que la policía está investigando pero aún no ha
decidido sobre el cargo apropiado. Están considerando el Artículo 170 de la Ley
Penal de Israel, que prohíbe “destruir, dañar o profanar un lugar de culto o
cualquier objeto considerado sagrado por un grupo de personas con la intención
de ridiculizar así su religión o con el conocimiento de que es probable que
consideren dicha destrucción, daño o profanación como un insulto a su religión”.
La pena máxima: tres años de prisión. Todos los que han quemado Coranes en
mezquitas de Cisjordania están libres, y esta mujer será arrestada.
Mientras escribo
estas líneas, la cacería policial está en pleno apogeo. Para la noche del
sábado, el lunes por la noche a más tardar, la mujer será arrestada. El juicio
espectáculo está en camino, aunque el presentador de Channel 14 Yinon Magal es
pesimista: “La atraparán, la fotografiarán junto a la bandera israelí, la
llevarán a una audiencia de detención y el juez la liberará bajo arresto
domiciliario”.
Es bien sabido que las casas de Israel están llenas de árabes que los
tribunales han liberado. Pregúntenle a la poetisa Dareen Tatour, que estuvo
bajo arresto domiciliario durante medio año (!) antes de su juicio por una
publicación en Facebook, mucho antes del 7 de octubre de 2023. Para la derecha,
la apagavelas es una terrorista que merece la pena de muerte.
No es agradable
apagar las velas de Janucá; no tengo idea de qué motivó a la valiente mujer,
pero es difícil pensar en un acto de protesta no violento más espectacular.
Es permitido interrumpir la festividad que los judíos celebran para conmemorar
la victoria de la revuelta de los macabeos contra el ocupante griego. En una
festividad durante la cual los judíos cantan: “Venimos a desterrar la
oscuridad, en nuestras manos hay luz y fuego”, es permitido protestar. En una
festividad en la que los judíos cantan: “Hagamos una fiesta \ Bailaremos todos
la hora \ Reunámonos alrededor de la mesa \ Te daremos un regalo \ dreidels
[peonzas] para jugar y latkes [galletas] para comer”, es permitido estropear
las cosas. Sobre todo, en una festividad donde los judíos cantan sin vergüenza:
“Cuando hayas preparado una matanza del enemigo blasfemo” (la traducción
literal de parte del primer verso de “Maoz Tzur”/”Roca de la Eternidad”) – es
permitido rebelarse.
Es permitido que una
palestina del 48 piense que esta celebración debe ser interrumpida con un acto
personal de protesta: apagar las velas en un centro comercial. Mientras sus
correligionarios y tal vez sus familiares también – en Yafa, por ejemplo, no
hay una sola familia árabe sin familia en Gaza – se ahogan en el barro, tiritan
de frío y los perros hambrientos continúan hurgando entre los cuerpos de sus
familiares atrapados, los judíos aquí no celebrarán como si nada hubiera pasado.
Alguien debe recordarles que la guerra en Gaza no ha terminado y el sufrimiento
solo se intensifica. Alguien debe recordar a los israelíes que mientras se
atiborran de sofisticadas sufganiyot [donas], en Gaza, todavía hay personas que
se mueren de hambre, o al menos están hartas de comer lentejas.
Hay cientos de miles de personas sin hogar allí que están siendo devastadas por
el invierno. Hay pacientes allí que mueren lentamente, en una agonía atroz, por
falta de atención médica. Y hay cientos de miles de niños allí cuyos amigos han
sido asesinados, y desde hace más de dos años no tienen escuela ni ningún otro
marco al que acudir, y que están condenados a una vida de ignorancia y
desesperación incluso si sobreviven a la guerra, que está lejos de terminar.
Esto afecta a los palestinos
del 48. Les duele, incluso si están paralizados por el miedo a un régimen que
arresta a cualquiera que se atreva a expresar humanidad. Y ahora vino una mujer
desconocida, en la cuarta noche de Janucá, y por un momento apagó las velas de
los israelíes que celebraban, con un solo soplido. Es una heroína.
بطلتي في حانوكا
هآرتس
2025/12/21
ترجمه تلاكسكالا
بطلتي في حانوكا هذا العام هي امرأة مجهولة الهوية ترتدي السواد. كان مساء الأربعاء، الليلة الرابعة من حانوكا، في مركز "ويزمان سيتي" التجاري في تل أبيب. بمحجبة على رأسها وحقيبة يد على ذراعها وهاتف محمول في يدها الأخرى، اقتربت من الشمعدان وأطفأت الشموع الأربعة بنَفَس واحد. صفق رفيقها الرجل.
أفاد يائير فولديس في هآرتس أن الشرطة تحقق
ولكنها لم تقرر بعد التهمة المناسبة. إنهم يفكرون في المادة
170 من قانون العقوبات الإسرائيلي، التي تحظر "تدمير أو إتلاف أو تدنيس مكان للعبادة أو أي شيء يُعتبر
مقدسًا لدى مجموعة من الأشخاص بقصد التجديف بذلك على دينهم أو مع العلم بأنهم من
المحتمل أن يعتبروا مثل هذا التدمير أو الإتلاف أو التدنيس إهانة لدينهم".
الحد الأقصى للعقوبة: ثلاث سنوات سجن. جميع
الذين أحرقوا مصاحف في مساجد الضفة الغربية أحرار، وهذه المرأة ستُعتقل.
بينما أكتب هذه السطور، مطاردة الشرطة في
أوجها. بحلول مساء السبت، مساء الاثنين على أبعد تقدير، ستُعتقل المرأة. المحاكمة
الاستعراضية في طريقها، حتى لو كان مقدم قناة 14 ينون ماغال متشائمًا:
"سيمسكون بها، يصورونها بجانب العلم الإسرائيلي، يأتون بها إلى جلسة احتجاز
ويقرر القاضي إطلاق سراحها مع وضعها تحت الإقامة الجبرية".
من المعروف جيدًا أن بيوت إسرائيل مليئة بعرب
أطلق القضاء سراحهم. اسألوا الشاعرة دارين طاطور، التي قضت نصف عام (!) تحت
الإقامة الجبرية قبل محاكمتها بسبب منشور على فيسبوك، وذلك قبل 7 أكتوبر 2023 بوقت
طويل. بالنسبة لليمينيين، مُطفئة الشموع إرهابية تستحق عقوبة الإعدام.
ليس لطيفًا أن تنفخ على شموع حانوكا؛ ليس لدي
أي فكرة عما دفع المرأة الشجاعة، ولكن من الصعب التفكير في فعل احتجاجي لاعنفي
أكثر إثارة.
مسموح تعطيل العيد الذي يحتفل به اليهود
لإحياء ذكرى انتصار ثورة الحشمونائيم ضد المحتل اليوناني. في عيد يغني فيه اليهود:
"نحن قادمون لطرد الظلام، في أيدينا النار والنور"، مسموح الاحتجاج. في
عيد يغني فيه اليهود: "هيا نحتفل \ سندور جميعًا رقصة
الهورا \ لنتجمع حول الطاولة \ سنقدم لك طعامًا شهيًا \ دريدلز للعب
ولاتكس للأكل"، مسموح إفساد الأمور. قبل كل شيء، في عيد يغني فيه اليهود دون
خجل: "حين تُعِدّ ذبح العدو الكافر" (الترجمة الحرفية لجزء من البيت
الأول من نشيد "معوز تسور" / "حصن الصخر") – مسموح التمرد.
مسموح لفلسطينية إسرائيلية أن تعتقد أنه
ينبغي وقف هذا الاحتفال بفعل احتجاجي شخصي: إطفاء الشموع في مركز تجاري. بينما
يغرق أبناء دينها وربما أقاربها أيضًا – في يافا، على سبيل المثال، لا توجد عائلة
عربية واحدة ليس لها أقارب في غزة – في الوحل، ويقشعرون من البرد، وتواصل الكلاب
الجائعة البحث بين جثث أقاربهم المحاصرين، لن يحتفل اليهود هنا وكأن شيئًا لم يكن.
يجب أن يذكرهم أحد بأن الحرب في غزة لم تنته
والمعاناة تتفاقم فقط. يجب أن يذكر أحد الإسرائيليين أنه بينما يملؤون بطونهم
بالسوفغانيوت الفاخرة، لا يزال في غزة أناس يتضورون جوعًا، أو على الأقل سئموا أكل
العدس.
هناك مئات الآلاف من المشردين الذين يكتسحهم
الشتاء. هناك مرضى يموتون ببطء، في عذاب مروع، بسبب نقص الرعاية الطبية. وهناك
مئات الآلاف من الأطفال الذين قُتل أصدقاؤهم، ومنذ أكثر من عامين ليس لديهم مدرسة
أو أي إطار آخر يذهبون إليه، ومحكوم عليهم بحياة من الجهل واليأس حتى إذا نجوا من
الحرب، التي هي بعيدة عن الانتهاء.
هذا يؤثر على عرب إسرائيل. يؤلمهم، حتى لو
كانوا مشلولين بسبب الخوف من نظام يعتقل أي شخص يجرؤ على التعبير عن إنسانيته.
والآن جاءت امرأة مجهولة، في الليلة الرابعة من حانوكا، ولحظة واحدة أطفأت شموع
الإسرائيليين المحتفلين، بنَفَس واحد. إنها بطلة.